El montacargas es una máquina altamente versátil y que se puede adaptar a cualquier obra, trabajo de carga y descarga que debas realizar en tu empresa. Por esta razón en particular, ya es válido adquirir uno, ya que nunca estará de más y siempre habrá alguna ocasión para utilizarlo. Hay varios tipos de montacargas que apuntan a distintas áreas y tipos de uso, por lo que es importante conocer en profundidad los modelos para así escoger el correcto.
Por esta razón, en este artículo te ayudaremos a resolver este problema dándote algunos consejos sobre esta importante elección para tu compañía.
Qué es el montacargas
Lo primero y más esencial es conocer la máquina en sí. Este se define como un equipo móvil de contracarga, ya que la carga que manipula está fuera de la distancia de sus ejes. Los contracargas contrabalanceadas se basan en los principios de balance y estabilidad. En la línea principal del eje de transmisión se encuentra el punto de equilibrio.
Las principales funciones de un montacargas son mover, levantar, bajar cargas con poco o nulo esfuerzo manual. Esto permite que puedan transportar una amplia gama de materiales o cualquier tipo de objeto.
Una de las grandes ventajas que posee esta máquina, es la ya mencionada versatilidad. Y es que, su variedad es muy amplia y se adapta a cada rubro, obra o proyecto. Desde los montacargas destinados al transporte de material industrial o de construcción, hasta los destinados al comercio, dónde se utilizan para transportar diferentes productos, de variados pesos y volúmenes. De esta forma, el montacarga se adapta a las necesidades de cada cliente.
Además son perfectas para el trabajo logístico. Ya que, permiten la optimización del espacio en los galpones o bodegas de almacenamiento. Son máquinas muy precisas y dinamizan en gran parte las tareas de organización y orden, reduciendo el personal utilizado y optimizando el tiempo de trabajo.
Tipos de montacargas
Después de introducir el concepto de la máquina y su definición, nos podemos adentrar en conocer los tipos de montacargas que existen, para así entender cuál es el más útil para tu empresa.
Montacargas de combustión interna
El montacargas de combustión interna funciona en base a gasolina, GLP o diésel. Por lo que hay subdivisión dentro de este modelo, ya que son tres modelos distintos.
Estos tipos de montacargas son reabastecidos rápidamente, no deben pasar por tiempos de espera para cargar la batería. El montacargas a base de GLP puede usarse en ambientes cerrados por la baja contaminación.
Como se menciona, los montacargas de combustión interna cuentan tanto con los que funcionan a base de gas como los que funcionan a base de diesel. La gran diferencia que hay entre ambos son los gastos asociados a cada combustible y la emanación de gases de cada uno. El Montacargas a base de diesel es más económico, ya que es un combustible más barato que los otros antes mencionados.
Montacargas eléctrico
Estos son alimentados mediante una gran batería, compuesta de ácido y plomo, que puede llegar hasta las 8 horas de autonomía. Son equipos silenciosos y no contaminantes, por lo que resultan extremadamente convenientes para el uso en interiores y espacios cerrados, como podría ser la bodega de una fábrica, o empresa de material de cualquier tipo. La gran ventaja de estos montacargas es el ahorro que representa el hecho de no utilizar combustible para su abastecimiento. La batería puede fácilmente durar una jornada laboral de 8 horas, por lo que cumpliría perfectamente el día. Su comodidad, ergonomía y baja contaminación, los convierte en aliados ideales para trabajar puertas adentro, como podría ser en las bodegas de un supermercado o almacén.
Cuando estamos escogiendo una máquina como esta, debemos fijarnos siempre en la suma de pequeños detalles que definen su enfoque principal o aquellos espacios en los cuales logra desenvolverse de mejor forma.
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